La pandemia que ha impactado en el mundo es un recordatorio de la imprevisibilidad global. Los asesores jurídicos y los equipos internos de asuntos legales también se han encontrado con esta incertidumbre.

Las empresas quieren que sus profesionales más brillantes en materia legal desempeñen un papel más estratégico en los negocios, y los últimos acontecimientos han demostrado que pueden orientar y perfeccionar la actividad corporativa en todos los niveles. Los asesores jurídicos llevan cierto tiempo intentando que los asuntos legales más complejos, como los litigios, vuelvan a estar en manos de la empresa. Pero todo esto se desarrolla a menudo en un contexto de presupuestos ajustados y escasez de personal calificado. 

Entonces, ¿cómo pueden los asesores jurídicos de las empresas internacionales abordar este desafío mientras controlan los costos, con el fin de crear más espacio para los desafíos urgentes y controlar, al mismo tiempo, el número actual de empleados?

Para muchos, la respuesta reside en la forma en que decidan abordar el desafío de la gestión de entidades, ya que las preocupaciones que los asesores jurídicos tenían antes de la pandemia no han desaparecido.

La complejidad regulatoria internacional. El flujo incesante de normas más severas y una aplicación más estricta. La presión sobre las empresas para que sean más transparentes, responsables y con consciencia social. La creciente amenaza en torno a las multas, el daño a la reputación o cuestiones aun peores. Estas consideraciones siguen quitando el sueño a los asesores jurídicos. 

La temperatura aumenta

La demanda de transparencia está aumentando en todo el mundo. Cuanto más exigen los gobiernos la transparencia, mayor es la complejidad a la que se enfrentan las empresas y mayor es la carga informativa que soportan las multinacionales. Incluso las jurisdicciones que antes se conocían como "paraísos fiscales" están sufriendo la presión de la normativa sobre la sustancia económica. El requisito de registro del "beneficiario final", nacido en la UE, se está aplicando ahora en todo el mundo, con versiones locales del requisito del beneficiario final que suelen incorporar complejidades locales. La próxima Ley de Transparencia Corporativa (CTA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos es el mayor cambio en la normativa estadounidense contra el blanqueo de capitales en casi 20 años. Al mismo tiempo, los reguladores mundiales han introducido medidas más estrictas.

Garantizar plena e instantáneamente que todas las filiales de todas las jurisdicciones cumplen meticulosamente las leyes y reglamentos es una enorme carga de trabajo para cualquier equipo jurídico interno. Esto inevitablemente resta energía y creatividad que podrían utilizarse para desarrollar estrategias y asuntos complejos.

Reducir la brecha de competencias 

Los equipos jurídicos internos carecen de los conocimientos locales de un gran número de jurisdicciones para desenvolverse con seguridad en cada uno de los entornos jurídicos y normativos y en los conflictos y peculiaridades de esos entornos. Además, la gestión eficaz de las entidades no consiste únicamente en lograr el cumplimiento legal; los complejos retos contables, fiscales y de recursos humanos van mucho más allá de la zona de confort de los equipos jurídicos internos.

Cuando las empresas intentan cerrar la brecha de competencias a través de varios proveedores de servicios locales, a menudo tienen dificultades para traducir estas objeciones y perspectivas en la transparencia, la estabilidad y la confianza que requiere la alta dirección. Al mismo tiempo, las empresas tienen que lidiar inevitablemente con la duplicación, la superposición y la incoherencia, todo lo cual puede agotar los recursos de los ejecutivos y aumentar los costos.

Aumento instantáneo de la eficiencia

La tercerización de los procesos de gestión de entidades internacionales en manos de un especialista global de gestión de entidades puede destrabar estas complicaciones. Un enfoque global para el cumplimiento local ofrece el aumento de la eficiencia que se necesita urgentemente al abordar simultáneamente las tres dimensiones críticas del problema y resolver el rompecabezas de manera integral, mediante la combinación de:

  • Un conocimiento profundo de las particularidades de cada jurisdicción.
  • Visibilidad en tiempo real del impacto de los fuertes y volátiles cambios regulatorios a nivel mundial y supranacional.
  • Un conjunto de competencias multidisciplinarias que reúna los conocimientos en materia legal, contable, fiscal y de RR. HH. 

Tanto si se trata de la constitución de una nueva empresa como de un acontecimiento corporativo puntual, como una adquisición o un cierre, el hecho de trabajar con un experto multinacional le garantiza un marco adecuado desde el principio y un acceso continuo a servicios de gestión de entidades y de cumplimiento de la normativa puntuales, coherentes y rentables.

De este modo, los equipos jurídicos internos pueden centrar sus esfuerzos en cuestiones más complejas y en abordar retos estratégicos, como la gestión interna de servicios jurídicos costosos, como los litigios complejos.

La sustitución de proveedores de servicios pequeños y fragmentados por equipos locales expertos gestionados de forma centralizada, un único proveedor de servicios global, no sólo le permite lograr el cumplimiento legal y normativo, sino también una mayor coherencia, fiabilidad, puntualidad, transparencia y supervisión, con un coste total menor, y la capacidad de prestar servicios en cualquier número de jurisdicciones.

Una plataforma para el progreso

Los retos de la gestión de entidades pueden parecer una consecuencia inevitable del típico modelo de crecimiento empresarial. Algunas empresas establecerán una gran base en lugares de "cultura doméstica" que les resulten familiares, pero seguirán teniendo que establecer pequeñas oficinas en jurisdicciones complejas que supondrán retos difíciles de sortear. No sólo eso, sino que los recursos contables, fiscales y de recursos humanos de estas jurisdicciones también incorporan requisitos normativos y de cumplimiento locales únicos y complejos.

No es de extrañar que la gestión de las entidades transfronterizas pueda parecer a menudo una fuente muy primitiva y persistente de incertidumbre en la gestión del sistema. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.

El apoyo de un socio estratégico global puede ayudar a simplificar y facilitar los retos de la gestión de entidades y el cumplimiento de la normativa, separando físicamente el negocio de los riesgos globales, abordando permanentemente los puntos débiles de la escasez de habilidades y dejando a los expertos internos libres para ocuparse de asuntos más urgentes. Al buscar la ayuda de un socio estratégico, las empresas dispondrán de una plataforma estable de cumplimiento legal y normativo. En esta plataforma, todos los retos empresariales son más manejables.

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TMF Group es líder en la gestión global de entidades, con presencia en 85 jurisdicciones y el soporte de 9.100 expertos ubicados en todo el mundo. Dondequiera que usted opere, nuestros profesionales hablan el idioma local, tienen el conocimiento local, conocen la cultura empresarial local y pueden ayudarle a lidiar con cualquier asunto en materia de cumplimiento. 

TMF Group también ofrece un conjunto completo de servicios de contabilidad e impuestos y de recursos humanos y nómina, para ayudar a mantener su entidad en buen estado durante todo su ciclo de vida, desde la constitución hasta la disolución. Esto convierte a TMF Group en la ventanilla única ideal para cualquier organización que opere y crezca a nivel internacional.

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