Argentina observa a su país vecino mientras intenta promulgar una reforma laboral. En la búsqueda de una mejor competitividad en el 2017, Brasil promulgó cambios audaces en la legislación laboral, buscando aumentar la libertad de emplear y ser contratado en una base contractual, poniendo a las compañías argentinas en alerta.

Los costos laborales son un problema importante en Argentina que genera mucho empleo informal e inestabilidad en el mercado. La encuesta económica multidimensional de la OCDE, lanzada en julio de 2017, elogió a Argentina por emprender un giro audaz en las políticas, ayudando a estabilizar la economía y evitar otra crisis. Pero también instó al país a aprovechar ese progreso para ayudar a sentar las bases para elevar el estándar de vida material y el bienestar de todos los argentinos.

Sin embargo, ese proceso fue interrumpido por una elección. Una vez que las elecciones de octubre estuvieron fuera del camino y se logró un resultado favorable para el titular, el gobierno presionó con su reforma laboral a medida que el 2017 llegaba a su fin.

Si bien la reforma argentina no alcanza ni remotamente a la de Brasil, aún encontró objeciones significativas de parte de los sindicatos y algunos miembros de la oposición. Ambas partes argumentaron que la aprobación de la reforma bajo estas condiciones implicaría la eliminación de los derechos y la protección de los trabajadores argentinos, lo que agravaría las relaciones laborales, reduciría las bajas y generalizaría el empleo temporal.

Por otro lado, los empresarios locales sostuvieron que los cambios propuestos facilitarían un aumento en el empleo formal. Además, mejorarían la sostenibilidad del sistema y la competitividad de las empresas argentinas; estas son las mejoras que se han visto en Brasil.

El tiempo para la reforma todavía es incierto

Para evitar el aumento en tensiones, el gobierno nacional suavizó sus ambiciones iniciales, cambiando varios de los puntos contenidos en la versión inicial del proyecto de reforma laboral. También decidió priorizar los temas de cierre, obtener una nueva fórmula de jubilación, la reforma tributaria, el Pacto Federal y el Presupuesto, mientras posponía la reforma laboral para más adelante en el 2018. Esto deja varios aspectos de la potencial reforma laboral a ser determinados, incluyendo:

  • Una moratoria de empleo (o blanqueo laboral) con una amnistía en multas y la terminación de procesos penales contra empleadores que se desvinculan de relaciones laborales informales.
  • 'No aplicación' de la responsabilidad solidaria en el caso de la subcontratación de actividades complementarias, como limpieza y seguridad.
  • Cambiar las reglas de compensación por despido para excluir de la base de cálculo la parte proporcional del salario suplementario anual (o decimotercer salario), los bonos pagados sin periodicidad mensual basados en una evaluación del desempeño y de cualquier compensación y/o reconocimiento de gastos que el empleador efectúe a favor del trabajador.
  • Modificación del sistema actual de pasantías/internados.
  • Incorporación de nuevos tipos de licencia:
    • 15 días para la paternidad
    • 30 días sin pago por motivos personales
    • 10 días para las audiencias previas a los procedimientos de adopción
    • 5 días para tratamientos de reproducción asistida.

Con una perspectiva política que no está del todo clara, el gobierno argentino aún no ha definido exactamente cuándo comenzarán a trabajar en la reforma laboral nuevamente, a pesar de que estaba programada para febrero.

Para las empresas que no están seguras de dónde esto deja sus relaciones laborales, lo mejor es hablar con un experto local. TMF Argentina tiene una vasta experiencia en servicios de liquidación de sueldos y administración de personal y siempre ha demostrado la capacidad de reaccionar rápidamente en la adecuación de los sistemas y la capacitación del personal a la luz de los cambios regulatorios, asegurando que nuestros clientes se mantengan en cumplimiento.

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