Durante los últimos dos años hemos observado que el concepto de los Tokens No Fungibles o Non-Fungible Tokens (NFT's por sus siglas en inglés), ha desbordado las noticias que recibimos a diario, pareciendo permear a cada vez más aspectos de nuestras vidas. Tanto en medios de comunicación masiva como en redes sociales, se escucha con más frecuencia este concepto, sobre todo en temas de vinculados con el arte, la cultura, el deporte y las finanzas.

La intrusión del concepto de los NFT's en nuestras vidas cotidianas, hace necesario el que se entienda a cabalidad qué es lo que implica dicho concepto, y para los estudiosos del derecho, resulta necesario el conocer las implicaciones legales de los diversos usos que se le pueden dar a estos Tokens No Fungibles, siendo el motivo del presente artículo el proporcionar una breve semblanza de dichos temas.

Los Tokens No Fungibles forman parte del mundo de las tecnologías disruptivas que han invadido nuestras vidas como lo son el blockchain, las criptomonedas o criptoactivos, la inteligencia artificial y el machine learning por mencionar algunas.

En efecto, los NFT's son un tipo de criptoactivos que a través de tecnología permiten que sus emisores y compradores/inversionistas participen en un nuevo mercado cuyo uso primordial está siendo actualmente el generar una escasez digital verificable, no obstante que cada vez se les van encontrando nuevos y más diversos usos.

Para entender correctamente lo que es un NFT, resulta necesario primeramente hacer una breve referencia al concepto de cadena de bloques o blockchain, la cual es una tecnología que permite crear una cartera o un registro de información descentralizado y abierto, que permite celebrar contratos inteligentes en donde las partes de dan a la tarea de anotar transacciones y darles seguimiento, intercambiando y verificando esa información en una red de cómputo entre particulares.

Este registro es fiable y transparente, porque permite que múltiples partes participen en una transacción y lleven un registro compartido de la misma, haciendo por lo tanto muy remota, la posibilidad de modificar o alterar el registro correspondiente, ya que cada transacción realizada constituye un bloque que se transmite a todos los participantes de esa red, y debe ser verificado por cada nodo. Una vez verificado cada bloque nuevo por todos los nodos, ésta se agrega a la cadena o registro, con lo que, las transacciones realizadas mediante ésta se tornan prácticamente inviolables, ya que, para alterar un nodo, sería necesario atacar casi todos los nodos o registros al mismo tiempo, lo que si bien no es imposible, es sumamente complejo.

Vale la pena recordar aquí que la tecnología conocida como BLOCKCHAIN fue creada en el año 2009, junto con el surgimiento de la criptomoneda conocida como BITCOIN, lo que en ocasiones crea cierta confusión en algunas personas que erróneamente equiparan ambos conceptos. Sin embargo, Blockchain, bitcoin y las criptomonedas y criptoactivos son conceptos distintos que no deben confundirse.

La tecnología Blockchain, permite registrar y monitorear bienes y valores que pueden ser tangibles o intangibles, siendo que algunos de éstos son precisamente las criptomonedas, de entre las cuales el BITCOIN es sólo una de éstas (otras criptomonedas cuyo comercio se ha intensificado en últimos años son: Ethereum, Polkadot, Solana y Binance coin, Cripto USDCs, por sólo mencionar algunas).

En otras palabras, Blockchain se ha utilizado como la tecnología base para el funcionamiento de diversas criptomonedas, transacciones y contratos inteligentes, que son utilizados precisamente para la circulación de los "tokens fungibles", debido a la posibilidad que existe de intercambiar éstos por otros de su mismo valor.

La diferencia entre las criptomonedas o "tokens fungibles" y los NFT's estriba en que mientras las criptomonedas tiene valores definidos y pueden ser intercambiados, los Tokens No Fungibles o NFT's son unidades de datos almacenados en una cartera digital que certifica que un bien o valor digital es único y por lo tanto no intercambiable.

A la luz de lo anterior, un Token No Fungible puede definirse como "un registro único y no intercambiable de datos dentro de una cartera digital".

Estas unidades de datos únicas y no intercambiables conocidas como NFT's pueden representar arte, música, artículos de moda, artículos de memorabilia, coleccionables, bienes en el mundo real, membresías, e incluso experiencias de la vida real, pero debe tenerse en claro que el NFT no es la obra o bien digital en sí mismo, sino el sello digital que lo identifica como único y lo vincula con un creador determinado, lo que genera el concepto de escasez digital.

Dicha escasez digital es quizá la piedra angular el ecosistema de los NFT's, puesto que el valor de los activos digitales se mantiene y aumenta debido a la singularidad de sus propiedades. Y es que, aquello que no es fácilmente replicable llama en gran manera la atención.

Al momento en que se acuña un NFT, se utiliza la tecnología blockchain, con la que se puede documentar y rastrear un archivo hasta su origen, permitiendo determinar su autoría, propiedad y autenticidad. De esta manera los emisores de los NFT's pueden garantizar que han sido ellos los creadores de un NFT's en particular que lo han puesto en circulación en el mercado, y el comprador/inversionista de ese NFT's puede tener la certeza de que en efecto está adquiriendo un bien digital único y escaso, creado por una persona en particular, que posiblemente es parte de lo que le da valor a ese NFT.

Un claro ejemplo de esto sería el NFT acuñado por Jack Dorsey, creador de Twitter, que corresponde precisamente a una réplica digital de su primer Tweet, y que fue vendido en 2.9 millones de dólares americanos.

Explorando ahora los diversos usos a los que se ha aplicado esta tecnología, es en el mundo del arte donde los NFT's han sido un parteaguas, permitiendo el desarrollo de nuevos modelos de negocios o categorías de explotación de las obras.

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Originally published by Lawgistic

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