En los últimos años, los criterios ESG en la financiación de proyectos han ido cambiando no sólo el enfoque de la financiación, sino también los propios proyectos subyacentes. Los financiadores y las empresas patrocinadoras de proyectos tienen que cumplir una serie aparentemente incesante de nuevas normas globales que exigen nuevas políticas e informes.

Las presiones de los criterios en materia de medio ambiente, responsabilidad social y gobernanza corporativa (ESG, por sus siglas en inglés) que son cada vez más estrictos también proceden de todas las partes interesadas. Los reguladores internacionales y los gobiernos nacionales están adoptando normas ESG más estrictas, no sólo para los propios proyectos subyacentes, sino también para la cadena de suministro del proyecto y las empresas constructoras implicadas.

Mientras tanto, los patrocinadores de los proyectos tienen que atraer a los inversores y cumplir requisitos contractuales más estrictos, además de responder a la presión de los empleados y los accionistas, al tiempo que atraen también a los futuros empleados. Los inversores también tienen que asegurarse de que las operaciones pueden acceder a fondos designados, para poder desplegar nuevas fuentes de liquidez en los proyectos. Y otros socios financieros, como los bancos, los bancos multilaterales de desarrollo y los organismos de crédito a la exportación, están exigiendo que todas las partes financieras adopten puntos de referencia en evolución, como las normas de financiación sostenible que está elaborando la Unión Europea. El Banco Europeo para la Construcción y el Desarrollo (BERD) se centra en alinear los proyectos con los objetivos climáticos.

Y por si esto fuera poco, las partes interesadas externas, como los analistas y los medios financieros, exigen más información relacionada con las prácticas ESG en una serie de nuevos ámbitos, ya que también ellos tratan de adoptar la agenda de estos criterios en constante evolución.

Los criterios ESG en el contexto de los mercados emergentes

Muchas de estas normas se están desarrollando a nivel internacional. Incluso las normas regionales, como las que se están creando en Europa, pronto se establecerán como puntos de referencia del sector, aunque de manera informal. Existe un deseo comprensible de armonización de las normas y reglamentos ESG, para crear un punto de referencia unificado que facilite la transferencia de capital y riesgo en todo el mundo de la financiación de proyectos. Sin embargo, la realidad sigue siendo que en muchos mercados emergentes la mera aplicación de normas mundiales sin ninguna adaptación resulta problemática.

El aspecto medioambiental de ESG puede resultar especialmente complicado cuando se trata de la adopción de normas europeas en los mercados emergentes. Por ejemplo, mientras que las normativas de estos mercados tratan de impulsar las energías renovables, casi hasta el punto de excluir cualquier generación de energía alimentada con combustibles fósiles, esto ignora la realidad nacional de países como Sudáfrica, que cuenta con una red eléctrica alimentada en casi un 90 % por fuentes emisoras de carbono. Y aunque el gobierno se ha comprometido a erradicar este uso para 2050, y el sector privado apoya esta ambición, las realidades prácticas sugieren que limitarse a desconectar todo lo que se designe renovable en términos de generación primaria, sus cadenas de suministro o transmisión es un enfoque peligrosamente imprudente.

El contexto de los mercados emergentes también es incomparable en cuanto a los aspectos sociales de ESG. La desigualdad de género en regiones como América Latina es de una naturaleza y escala enormemente diferentes a las de Europa. Esto no quiere decir que el elemento social de ESG en esta región sea menos ambicioso: en todo caso, las empresas y los financieros exigen mayores cambios en términos de igualdad de género que en Europa. Pero sí es para admitir que el camino que le queda por recorrer a América Latina es más largo e incluso que avanzar rápidamente significa que los KPI al estilo europeo no son adecuados para muchos mercados emergentes.

Al igual que en los mercados desarrollados, el aspecto de gobernanza de ESG también es vital, quizás incluso más. Pero los requisitos de información deben tener sentido en el contexto de las prácticas de información y transparencia de cada país. Las estipulaciones en materia de ESG deben centrarse en fomentar la evolución de la gobernanza en estos países, pero exigir un salto inmediato a las mejores prácticas internacionales sería inútil. Y lo que es peor, desalentaría cualquier compromiso con las comunidades internacionales.

Armonización a largo plazo

En los mercados emergentes, a menudo son los propios proyectos los que cumplen las normas ESG. Por ejemplo, la línea 4 del metro de San Pablo, en Brasil, fue gestionada por TMF Group y se construyó de acuerdo con los requisitos ESG. Y lo que es más importante, el propio resultado se ajustó a los principios ESG en todo su espectro, lo que se tradujo en un menor consumo de gasolina, una reducción de la contaminación, un aumento de la movilidad social, crecimiento económico y beneficios para los grupos socioeconómicos más desfavorecidos, en términos de movilidad y productividad. También debe tenerse en cuenta el "panorama general" y, aunque las normas en todos los proyectos son importantes, debe evitarse el rechazo de las partes internacionales basado en el cumplimiento debido a deficiencias menores.

En algunos casos de financiación de proyectos ni siquiera está claro qué normativas son pertinentes; a veces hay argumentos para "elegir las normativas". Evidentemente, se trata de una decisión delicada, y las partes deben sopesar las necesidades generales del proyecto, al tiempo que son conscientes de cualquier "greenwashing" en caso de que se dejen de lado algunas normativas.

A largo plazo, la armonización internacional de las normas ESG será positiva para diversas partes interesadas, desde emisores e inversores hasta otros proveedores de servicios. Sin embargo, mientras el sector se esfuerza por lograr esta armonización, tendrá que haber una fase evolutiva en la que las realidades prácticas de los mercados impliquen que un único enfoque no sea útil y pueda, de hecho, retrasar muchos proyectos necesarios que estén en consonancia con el medio ambiente y la sociedad.

Financiación de proyectos

La práctica global de mercado de capitales de TMF Group ofrece una gama de servicios administrativos, de agencia, emisor/SPV y fiduciarios, a través de varias industrias y clientes. Nuestra presencia única garantiza que podamos proporcionar a los clientes y a las partes de la transacción asistencia en tiempo real de nuestros expertos locales. Tenemos amplia experiencia ayudando a clientes con valores nuevos y refinanciados, préstamos sindicados, transacciones garantizadas y transacciones en varias jurisdicciones.

Hacer una consulta

To view the original article click here.

Originally published 01 June 2023

The content of this article is intended to provide a general guide to the subject matter. Specialist advice should be sought about your specific circumstances.