El comercio de las criptomonedas a través del mercado extrabursátil llegó para quedarse. Con un flujo de inversores institucionales interesados en evitar los riesgos asociados, hay una creciente necesidad por aplicar una forma diferente de criptodivisa a través del mercado extrabursátil – mediante el escrow, con un socio de confianza.

El mercado de la criptomoneda parece estar en alza. El bitcóin, la principal divisa digital con un valor de mercado de más del 60%, tuvo un alza en su precio de cerca de US$ 4,000 en abril de 2019 a más de US$ 10,000 en julio del mismo año. Esto ocurre a pesar de las preocupaciones sobre la Dark Web, el debate global sobre las recientes audiencias en el Congreso de los EE. UU. respecto de la libra de Facebook, y la confusión sobre la regulación.

En simultáneo con los precios en alza, los inversores institucionales buscan estar más involucrados en el mercado. El año pasado, por primera vez, los inversores institucionales superaron a los individuos con alto poder adquisitivo (High Net Worth Individuals o HNWI, en inglés) en términos de compra de criptomonedas, lo que está rápidamente pasando a ser parte de una estrategia de inversión diversificada. Si bien aún existe una sólida presencia del Reino Unido/Estados Unidos, se observan transacciones en Suiza, Hong Kong y Canadá.

La velocidad de la profesionalización en el mercado de la criptomoneda aumentó, con un gran crecimiento generado recientemente por una infraestructura financiera más eficiente. Esto ayuda a las instituciones financieras a tener una mayor consideración por las criptomonedas, y a usarlas para impulsar sus portafolios. Desde julio de 2019, la capitalización total de mercado para estos activos digitales en circulación estaba por debajo de los US$ 300 mil millones. Es probable que este monto sea superado en un futuro cercano, aunque los prospectos de largo plazo dependan de cómo se adapta la industria a los futuros esquemas regulatorios, con la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera, (FINRA, en inglés) buscando aplicar las reglas que ofrecerán una plataforma más estable para comercializar activos digitales con menos riesgos.

Los volúmenes de comercialización se incrementaron con una fuerte alza en el mercado extrabursátil, mientras que los proyectos de criptomonedas buscan liquidez. Durante el denominado "invierno cripto" de 2018, las compañías de cifrado de mercado extrabursátil centradas en la criptomoneda, incluyendo a Genesis Trading y Circle (con el apoyo de Goldman Sachs), comenzaron a reportar un enorme crecimiento, y esta tendencia continúa. De acuerdo con una investigación de Diar, más del 25% del bitcóin en circulación tiene actualmente un balance de entre 1.000 BTC y 10.000 BTC, volúmenes que apuntan a instituciones financieras.

Estos inversores institucionales optan por el mercado extrabursátil en contraposición a la detección de intercambios por un número de razones. A menudo, los intercambios tienen baja liquidez en sus libros de mercado, lo cual descarta grandes órdenes. El mercado extrabursátil permite grandes órdenes sin un impacto desfavorable en el precio, y el intercambio limita el número total de bitcoines que pueden comercializarse de una vez. Coinbase, por ejemplo, tiene un límite de comercialización diario de US$ 25.000.

Ahora bien, existen algunas complicaciones tanto para el comprador como para el vendedor cuando quieren establecer un mercado extrabursátil. A menudo, no hay garantías de que el activo será entregado o pagado en efectivo. La mayoría de los agentes extrabursátiles no brindan una solución de liquidación apropiada, lo cual aumenta el riesgo.

Un comercio más seguro

No obstante, hay un ángulo diferente que los inversores institucionales pueden explorar; la designación de un agente de escrow y el uso de un acuerdo simple de escrow tripartito (o acuerdos bilaterales de respaldo mutuo, si se requiere el anonimato). Este enfoque beneficia a ambos lados del negocio dado que el agente de escrow seguirá los términos del acuerdo, el cual beneficia ampliamente tanto al comprador como al vendedor. El vendedor se beneficia al lidiar con una de las partes que tiene fondos para realizar la compra, mientras que el comprador tiene garantías de que una parte independiente de confianza no liberará los fondos hasta recibir la divisa virtual.

El agente de escrow comenzará siempre con un riguroso proceso de KYC (Conoce a tu Cliente, en español) como parte de los servicios brindados. Una vez que ambas partes sean identificadas positivamente, procederán a intercambiar la criptomoneda y el efectivo. La mejor práctica para el comprador es realizar primero un test Satoshi. Este es un acuerdo simulado con un pequeño intercambio de criptomoneda, respaldado con efectivo en escrow, entre las direcciones del vendedor y comprador para establecer un enlace de trabajo sobre el cual seguir construyendo.

La criptomoneda representa una gran oportunidad para los inversores y tiene un gran futuro. Sin dudas, habrá una consolidación del mercado, con un número pequeño de poco más de 1.500 monedas digitales en circulación que emergen como un núcleo de preferencia. A medida que aumenta el apetito de inversores institucionales, grandes nombres aparecen en escena. Puede mantenerse atento al juego utilizando un agente de escrow para asegurarse de que el negocio se complete de acuerdo con los términos preestablecidos en el mismo.

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Este artículo se publicó originalmente en la revista Global Trade.

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