La definición más sencilla de innovación es usar la creatividad para desarrollar oportunidades con valor. De una forma más coloquial, se dice que quien no innova está destinado al fracaso. Por lo que, no sería extraño considerar que incluso quienes trabajamos en Propiedad Intelectual y no innovamos, estaríamos destinados al mismo final.

La economía del conocimiento: La innovación

Hoy en día, las empresas deben encontrar su nuevo lugar en la economía del conocimiento, donde innovar consiste en obtener beneficios utilizando los recursos del conocimiento y la creatividad.

El conocimiento y la creatividad son el motor evolutivo de las empresas. Cuando se quiere que los procesos funcionen siempre igual es necesario que en la actividad cotidiana el trabajo tienda a ser constante, mecánica, predecible y lineal. Sin embargo, para cambiar, para innovar, necesitamos seres humanos haciendo uso de todas sus capacidades intelectuales y creativas para tomar decisiones sobre la nueva forma de manejar la organización o de generar productos y servicios. El conocimiento y la creatividad son la llave que abre la puerta del cambio: la innovación nace de las personas. (Rubio, 2010, pag.2). La innovación abierta implica no solamente el acceso a numerosos recursos humanos independientes, accediendo a la sabiduría de las masas (Haller, 2011, p. 103), sino la posibilidad de colaborar con personas de diversas disciplinas y grados de formación, enriqueciendo el proceso de innovación y la complejidad de las relaciones en dicho proceso.

El Manual de Oslo, define la "innovación" como "la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores" (OECD, 2005, p.56).

La innovación implica la invención de nuevos productos, procesos y formas de hacer cosas y su introducción al mercado o comercialización, difusión o adopción (Mohnen y Hall, 2013, p. 2). Como señala la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual OMPI, la innovación abarca desde la etapa de la idea y formulación del proyecto hasta el lanzamiento exitoso de un producto nuevo o mejorado en el mercado. (Kalanje, 2016, p. 1).

El diseño de la innovación se puede abordar de distintas maneras, usualmente aplicando variantes del modelo Etapa-Puerta (Stage-Gate) de Cooper, que se caracteriza por dividir los proyectos en etapas separadas por puntos de decisión que cumplen la función de puertas, en los que se toman decisiones de continuar/morir. Dicho modelo ha sido reformulado a una versión híbrida, incorporando la metodología ágil (Cooper, 2016, p. 10) para adecuarse a las oportunidades y desafíos de la digitalización. Igualmente podemos apreciar versiones completas de este, usualmente de 5 etapas, y versiones abreviadas para proyectos más pequeños, más ágiles.

La Propiedad Intelectual en el marco de la Innovación: Nace el IPThinking

La Propiedad Intelectual se ha convertido en el principal activo del siglo XXI. Mark Getty alude a la enorme importancia que tuvo el petróleo en la industrialización del siglo XX, y añade: "La Propiedad Intelectual es el petróleo del siglo XXI" (OMPI, 2014, pag. 14; OMPI, 2009, pag. 5).

En el actual mundo de los negocios, las empresas deben diseñar su estrategia de propiedad intelectual en armonía con su estrategia empresarial, desarrollando y aplicando la gestión de la propiedad intelectual acorde a sus objetivos, teniendo en cuenta que la propiedad intelectual puede estar presente en todo proceso que pueda generar valor a la empresa (OMPI, 2014, pag. 15).

La metodología IP ThinkingTM acompaña los procesos de innovación en sus diversas etapas, identificando los aspectos de propiedad intelectual relevantes a cada puerta, que soportan y acompañan las decisiones continuar/morir y que facilitarán la definición realista y el logro de los objetivos de protección, monetización, reconocimiento y libertad de uso de cada ,proyecto.

IP THINKING es el compañero ideal del DESIGN THINKING. Como medio para superar los errores del pasado, cuando los procesos de innovación llevaban al desarrollo de un producto al que en última instancia se agregaban elementos de diseño, que conducían al fracaso por no satisfacer las necesidades y expectativas del cliente, el Design Thinking propuso incorporar el diseño en función de la experiencia del usuario desde el inicio del proyecto de innovación. En materia de propiedad intelectual el problema es similar, por el cual los procesos de innovación en su etapa final son remitidos al asesor en propiedad intelectual para que obtenga los títulos legales, tradicionales, de propiedad intelectual; usualmente patentes, diseños marcas. Cuando el asesor emite informes desfavorables, es visto como el responsable de restar valor o incluso viabilidad al proyecto, incluso a veces podría ser visto por los investigadores como un villano intransigente que frena la innovación y desmotiva al equipo innovador. Estas situaciones refuerzan y perpetúan la conducta. Por lo que, entonces se genera la necesidad de entender que la Propiedad Intelectual no debe ser reducida a solo un título de derecho de excluir a terceros de la utilización de la misma y es así como nació el IP Thinking, cambiando el enfoque de la propiedad intelectual y convirtiendo al gestor de propiedad intelectual en gestor y aliado de la innovación, hábil integrante de los equipos de innovación.

IP THINKING, consiste en incorporar la propiedad intelectual en el diseño de la estrategia y la gestión organizacional de las empresas, desde el inicio de una línea de negocio, así como de los proyectos de innovación, investigación y comerciales. Es decir, consiste en incorporar la gestión de la propiedad intelectual como base fundamental y diferenciadora de una empresa en el mercado. Por ello, el IP Thinking es una filosofía de trabajo por la cual, se acompaña desde el inicio de un proyecto hasta el lanzamiento y la comercialización, a lo largo de todas las etapas, logrando una protección optima de las innovaciones resultantes, ya que se logra detectar los intangibles a lo largo del desarrollo de cada etapa (ideación, desarrollo de producto, lanzamiento etc.), establece la titularidad y valora las contribuciones, así como también, permite disminuir los riesgos de infracción de derechos de terceros o caer en investigación redundante.

La propiedad intelectual, entendida en sentido amplio como "las creaciones únicas de valor añadido fruto del intelecto humano, resultantes del ingenio, la creatividad y la capacidad inventiva del ser humano" (Kalanje, 2016,

p. 2), debe ser concebida como conjunto o paquete, que aborda diversos ángulos de la innovación, y se complementa con acuerdos contractuales. Acuerdos de confidencialidad, de no divulgación, de cesión de derechos, de colaboración, de co-titularidad, de uso, de licencia, de transferencia, entre otros, son aspectos contractuales que complementan y se complementan con la propiedad intelectual.

IP Design: innovando en Propiedad Intelectual

Dada la naturaleza de la actividad innovadora que implica elevados costos de invención, elevada incertidumbre, reducidos costos marginales de reproducción y significativas externalidades, la gestión estratégica de la innovación generalmente contempla los siguientes mecanismos para la captura o apropiación del valor generado por la innovación tecnológica: patentes, acuerdos de confidencialidad, tiempo de ventaja, activos complementarios tales como manufactura, ventas o capacidades de servicio (integración vertical). La efectividad de cada uno de estos mecanismos de apropiación depende de las características particulares de la tecnología, tales como el ambiente competitivo general, o la necesidad de que compradores o proveedores realicen inversiones sustanciales para diseños específicos (Chesbrough, H, Vanhaverbeke W, y J West J.,2006, p. 169).

Con el transcurrir del tiempo, veremos también el nacimiento y afianzamiento de nuevas categorías de propiedad intelectual, o afines a la propiedad intelectual.

Tal fue el caso de Creative Commons, organización dedicada a romper las barreras que impiden que las personas compartan conocimiento, que desarrolló un marco normativo que facilita a las personas compartir y usar conocimiento y creatividad. Sin reemplazar las normas de derechos de autor, se basan en ellas para establecer un conjunto de modelos de acuerdos, reglas de uso y símbolos, que facilitan a los autores el control sobre sus derechos de autor.

Entonces, no basta incorporar la propiedad intelectual en el diseño de la innovación, es preciso diseñar la estrategia de propiedad intelectual para cada empresa y proyecto. Innovar la estrategia de propiedad intelectual. Y porqué no, innovar la propiedad intelectual. La gran variedad de situaciones que se presentan en el acelerado ritmo de innovación que vivimos, los retos que plantea la innovación abierta, no pueden encasillarse en las limitadas opciones y reglas estáticas que ofrece el tradicional sistema de propiedad intelectual. El derecho se adaptará a la realidad, a las necesidades y retos de protección que enfrentamos, si bien dicha adaptación puede demorar.

El diseño de la innovación debe abarcar las relaciones entre los diversos actores que intervienen en dicho proceso, como las diferentes áreas dentro de un misma empresa, o las relaciones con el ecosistema en los procesos de innovación abierta, de una forma que sea eficiente y al mismo tiempo brinde el reconocimiento y seguridad que fomenten las interacciones, especialmente en los casos de innovación abierta, como crowdsourcing, co- creación, pero también en los casos con menor involucramiento externo a la empresa. Esto nos lleva a apreciar, fomentar y extraer valor del conocimiento y la creatividad humanos de distintas formas, cultivando una cultura de propiedad intelectual propia y auténtica.

Diseñamos, por lo tanto, la estrategia de Propiedad Intelectual, sin enfocarnos en el objeto o título de propiedad intelectual, sino en el proceso de diseño, basado en la razón de ser de la empresa y acompañando el proceso de diseño de la innovación. El objetivo no es obtener una patente, marca o derecho de autor, sino diseñar una estructura de propiedad intelectual óptima para la innovación de cada empresa, identificando con anticipación los riesgos, internos y externos, que podrían en el futuro obstaculizar o perjudicar sus procesos de innovación, fortaleciendo los elementos clave y distintivos de la empresa.

En ocasiones estos procesos de diseño nos llevarán a proponer nuevas categorías de derechos o nuevas formas de transferir o monetizar derechos, lo que llamamos IP DESIGN. Nos permite visualizar más allá de los tradicionales sistemas de patentes para proteger invenciones, marcas para distinguir los signos distintivos de una empresa, derechos de autor sobre software y creaciones, entre otros, y el mix de estos. Tendremos situaciones nuevas, como inventos que son fruto de la colaboración de muchos inventores, en distinta proporción y desde distintas partes del mundo. ¿Cómo regularemos la co-tituaridad? Habrán derechos que surgen del acuerdo de las partes. ¿Cómo gestionaremos eficientemente estos derechos? Estos y muchos otros retos se presentarán en el camino.

IP Management: el objetivo del IP Thinking

La advertencia legal de Apple reza: "La innovación de Apple se encuentra incorporada en su Propiedad Intelectual". Pero sus productos también han impactado en la forma como se gestiona la propiedad intelectual en la industria musical, haciendo posible la descarga de música a pedido, o incluso su disfrute desde la nube, como se consume hoy en día música por medio de diversas aplicaciones y tiendas virtuales. En nuestra práctica vemos con frecuencia situaciones en las que instituciones y empresas diseñan sus propias variantes de propiedad intelectual. Desde una institución que ofrece el reconocimiento de determinados derechos sobre los aportes de ideas de proyectos, aun cuando los derechos de autor y las patentes no recaen sobre "ideas de proyectos", acuerdos para el acceso a conocimientos tradicionales de comunidades indígenas, o la delimitación de usos de muestras de minerales, son diseños de estructuras de propiedad intelectual propios.

La gestión de la Propiedad Intelectual es una materia muy compleja que requiere de conocimientos del campo del derecho de la propiedad intelectual, de la tecnología, de la economía y finanzas, empatía con la cultura organizacional de la empresa. Por lo que "Gestionar" consiste en conciliar activamente la oportunidad con el contexto del mercado, y destinar recursos a la consecución de un fin lucrativo. (OMPI, 2014, pag 6)

Ahondando en esta reflexión, cualquier otra fórmula de gestión que no se base en la búsqueda de nuevas combinaciones, podría ser considerada como una mera administración de los asuntos del derecho.

Por tal, la propiedad intelectual debe involucrarse en los procesos de innovación y debemos innovar en las estructuras de propiedad intelectual que diseñamos. El IP Thinking debe ser una herramienta para la innovación, como lo es el proceso design thinking, la metodología "lean", el roadmapping, o el uso de prototipos o productos mínimamente viables. El IP Design debe ser una herramienta para innovar en la gestión de la propiedad intelectual.

La Propiedad Intelectual nace con el objetivo de proteger las innovaciones de las personas, por lo que, quienes trabajamos en ello, deberíamos ser los primeros en aplicar la innovación. Ello quiere decir, innovar en nuestro propio trabajo y convertirnos en gestores de la innovación.


About the authors:

Claudia Fernandini, founding partner at MERTZ PERU, is an attorney, with a MBA by the Universidad del Pacífico of Peru, Diploma in Innovation Management by the Cayetano Heredia Peruvian University and Leipzig University, currently studying a Master in Innovation Project Management at the Southern Scientific University (UCSUR).

Stephany Soto, founding partner at MERTZ PERU, is a Geneticist, Biotechnologist, Biologist by San Marcos National University of Peru. She holds a Master degree in Health Management from the University Inca Garcilaso de la Vega and a Diploma in Public Policy Management from the Miguel Cervantes Saavedra University of Chile and IP Specialization degree from Pacific University.


Cooper, R. (2016) Agile–Stage-Gate Hybrids. Research-Technology Management, 59:1, pp. 21-29.

Haller J. (2011). Innovation Contests: an IT-based tool for Innovation Management. Business and Information Systems Engineering 2, pp. 103 – 106.

Kalanje, C. (2016). El papel de la Propiedad Intelectual en la innovación y el desarrollo de nuevos productos. OMPI Publishing. Recuperado de http://www.wipo.int/sme/es/documents/ip_innovation_development.htm Mohnen P. y Hall B. (2013). Innovation and Productivity: an update. Eurasian Business Review, 3(1), 2013, 47-65.

OCDE. (2005). Oslo Manual: Guidelines for Collecting and Interpreting Innovation Data, 3rd Edition. Paris, Francia: OECD Publishing.

OMPI. (2014) Módulo 1: La Gestión de la Propiedad Intelectual – Curso Gestión de la Propiedad Intelectual DL-203.

OMPI. (2009) "The economics of Intellectual Property. Suggestions for Further Research in Developing Countries and Countries with Economies in Transition." WIPO. Recuperado de http://www.wipo.int/publications/es/details.jsp?id=289&plang=EN

Rubio, A. (2010). La gestión del conocimiento y los procesos de innovación. Recuperado de http://www.encuentros-multidisciplinares.org/Revistan%BA36/ALFONSO%20DIEZ%20RUBIO.pdf

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